sábado, septiembre 24, 2011

En Santa Marta continúa la travesía

Sábado 24, aunque debería decir viernes 23. 

Esta bitácora tiene un día de retraso por cuenta de un día completo de apagón en el barrio Boston, y asuntos varios de la reportera. Pero abro la página web de la expedición y su página en facebook  y veo que tampoco estoy tan "colgada". 


La agenda ha sido intensa, y el movimiento y organización de 50 a 60 personas en promedio tres y cuatro veces al dia, de un lado para otro, es una tarea que exige al máximo al grupo organizador y el equipo de producción audiovisual está haciendo el registro de todo pero tampoco alcanza a subir enseguida toda la información que recoge. Se resalta la organización, pero sobre todo, el contenido. 


Spirit of Persistence, exposición itinerante
bilingüe sobre el archipiélago de San Andrés
y Providencia
La exposición Tiempos y Estrellas, de los mapas de la Expedición Fidalgo por el Caribe neogranadino es un lujito que pocas veces podemos darnos. Allí están los primeros planos que se hicieron de nuestras ciudades, comenzando por Riohacha, cuyo trazado parece el plano de un sistema estelar. Totalmente distinta en su presentación, y muy informativa, es la muestra de la Universidad Nacional Sede Caribe (curada por Hazel Robinson) sobre la historia del archipiélago de San Andrés y Providencia, y el papel que jugaron en ella las goletas de la Independencia. Algunas de los cuales, me imagino, habrá capitaneado el Almirante Padilla. Una exposición itinerante que está recorriendo las principales ciudades costeras gracias a la Expedición.


Orquesta de Cámara de Cuerdas de Bellas Artes, con la
mezzosoprano Zeidy Bornacelli.
Y como dicen en los Montes de María, aplauso y medio para la Escuela de Bellas Artes de la Universidad del Atlántico, en su concierto de homenaje a Cartagena, que fue no sólo con la estupenda Atlántico Big Band sino con la también destacable Orquesta de Cámara de Cuerdas y la actuación de la maestra pianista Yamira Rodríguez, la profesora  Jhany Lara y la mezzosoprano Zeidy Bornacelli. Todos y todas, bajo la batuta de su decano Guillermo Carbó, se lucieron con la concurrencia, que fue, casi toda, la de la Expedición, incluida la Alcaldesa Judith Pinedo y su equipo de cultura. Lástima que el público barranquillero no se haya  animado  a ir, dejando un cuarto de sala vacía.
Guillermo Carbó, dirigiendo la Atlántico Big Band en su
homenaje a Cartagena.



Después de la cena, y como ya es casi de rigor, el equipo se fue para La Troja, nuevamente con alcaldesa a bordo, y rumbeó hasta donde dieron. Eso no les impidió cumplir con la hora militar de salida a Santa Marta, hoy a las 8:00 en punto desde el puerto fluvial de Barranquilla.


Y aquí emparejo la bitácora. Pero antes hay que decir que para esta nueva etapa del viaje se nos unieron expedicionarios de alto turmequé. El profesor de Literatura de Uniatlántico Ariel Castillo, el exdirector de la FNPI Jaime Abello Banfi,  la investigadora Mirta Buelvas, el gerente del Banco de la República de Santa Marta, Joaquín Viloria; el historiador Luis Alarcón y la antropóloga de  la Universidad de los Andes Margarita Serje. También vienen a bordo dos expedicionarios de la hermana República Bolivariana de Venezuela.


El buque de la Expedición Padilla llegando al puerto de Santa Marta, hoy
a las 3:00 p.m.
Lluvia, mar picado y mareo fueron los signos del trayecto hacia Santa Marta, del que afortunadamente nos libramos las cuatro personas que hicimos el viaje por carretera. Igual nos mojamos en esta ciudad con la bahía que, a pesar de todo, sigue siendo una de las más hermosas de América (han hecho lo posible por acabarla, pero su belleza aún se resiste a todos los atentados).

Mientras llegaba el buque, y todavía bajo la lluvia intermitente, Eduardo Polanco, Luis Mestre y yo salimos al camellón a entrevistar parroquianos acerca de sus conocimientos sobre Padilla y sobre sus gustos musicales.  A esa hora, entre las  dos y las tres de la tarde,  el camellón de Santa Marta estaba ocupado casi exclusivamente por vendedores ambulantes y estacionarios y otros rebuscadores que aguardaban a uno que otro turista que apareciera por allí.



En respuesta a la primera pregunta: ¿Qué sabe o qué recuerda usted sobre el Almirante Padilla? escuchamos muchos “no sé nada” y “no recuerdo nada”, pero en la misma proporción hubo los que habían escuchado el vallenato de Escalona y entonces, de estos últimos, muchos pensaban que había sido un “narco de la guajira” o “un contrabandista”. Los que habían sido reservistas recordaban que fue un gran navegante y un general pero no lo ubicaban históricamente, y la más insólita de las respuestas fue la de un operario de la sociedad portuaria, quien dijo que José Padilla había sido un excelente navegante más o menos entre el 2006 y el 2009. Aunque pensándolo bien, quizás fue un capitán, homónimo del héroe, que estuvo con su barco en Santa Marta por esas fechas. 


En todo caso queda claro que nuestra gente no sabe quien fue el hombre por el cual le pusieron ese nombre al barco que llegó a Puerto López, allá en la Guajira arriba…

Texto y fotos: Patricia Iriarte

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