Tras varias décadas de acercamientos e intentos fallidos por llegar a una mesa de negociaciones (Casa Verde, Caracas, Tlaxcala, San Vicente del Caguán...) Santos logra por fin firmar con las Farc, en agosto de 2012, un "Acuerdo General para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera". Se cumplen, entonces, casi cuatro años de conversaciones en medio de la guerra, cuatro años para construir una solución política a un conflicto armado interno cuyo saldo en víctimas supera el de varias de las guerras civiles libradas en el mundo actual.
Es por eso que regresamos para acompañar, para seguir, para aupar, para vigilar, para observar y para pensar este proceso. Se trata, nada menos, que de construir ese concepto mil veces nombrado pero en realidad desconocido para varias generaciones de colombianos y colombianas: la paz como ausencia de guerra. Ese será, de hecho, un enorme logro; el siguiente será mantener callados los fusiles a pesar de las contradicciones que seguiremos teniendo como sociedad. Pero basta de explicaciones. Esta casa está contenta y quiere abrir de nuevo las ventanas para que circule el viento, y qué mejor que hacerlo con la palabra de un poeta.
William Ospina |
"Alrededor de la mesa de negociación, Santos inventa cada día una guirnalda nueva, una comisión, un festón, una gira, un preacuerdo, para hacerle sentir a la galería que ya se oyen los claros clarines, y cada semana la guerrilla tiene que salir a decir que el acuerdo está lejos.
Entre tanto el doctor Vargas Lleras hace la única obra de gobierno visible: preparar las siguientes elecciones que garanticen la eternidad de ese grupito autista que se hace llamar la clase dirigente, mediante el sorteo dramático de las casitas, que se va convirtiendo en un reality de televisión: la lotería de la esperanza."
En esta ocasión Ospina le pide al gobierno que diseñe nuevas y más creativas formas de inclusión de los ciudadanos a la tarea de la paz, dándole él mismo varias ideas. Por ejemplo, un ingreso social para los jóvenes y una caravana de paz:
"Ese puede ser el verdadero protagonismo de la comunidad en la construcción de la paz, una caravana de soluciones que recorra el país generando un clima de cordialidad y de afecto, y en el que el acompañamiento internacional, con jóvenes generosos de todas partes, nos ayudará a airear un medio social demasiado encerrado en sus tensiones y sus carencias. Colombia necesita una red de aldeas conectadas con el mundo, que sirva de transición entre el conflicto y la paz, y de enlace entre el presente y el futuro."
Los dejamos con la carta completa del poeta al político, y con el sitio web oficial de las negociaciones de La Habana, donde pueden consultarse todos los acuerdo alcanzados hasta ahora y todos los comunicados producidos por la Mesa desde que se instaló: https://www.mesadeconversaciones.com.co/
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