jueves, julio 15, 2010

Alerta ambiental por el Caribe colombiano

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La región Caribe colombiana, en sus 132.288 kilómetros cuadrados, posee al menos siete diferentes tipos de ecosistemas, muchos de ellos estratégicos para la producción de agua, oxígeno y conservación de la biodiversidad. Ni para qué mencionar que estos recursos tienen además un valor paisajístico y recreativo que atrae visitantes y deja recursos, además de sostener a muchas culturas nativas, indígenas y mestizas que han surgido y se han mantenido vivas gracias a la existencia de estos hábitat .

Es por esta variedad, por la abundancia de especies endémicas y por supuesto, por la función que cada especie o comunidad vegetal y animal cumplen, así como por los complejos y delicados procesos ecológicos que éstos realizan, por lo que se han creado en la región 11 áreas protegidas desde 1973 hasta hoy, siendo esta la zona de Colombia con mayor cantidad de parques naturales.
Pero existen otras razones de peso que explican esta especial situación de protección: el Caribe es también la parte más rápidamente degradada del país por cuenta de ciertas actividades económicas, de los asentamientos poblacionales y de los procesos productivos no sostenibles que se llevan a cabo en su territorio. Estudios de la Universidad Nacional de Colombia y del Instituto Alexander von Humbolt han demostrado que aquí la pérdida de cobertura vegetal ha sido galopante desde hace siglos y que la degradación de los cuerpos de agua adquiere proporciones de alarma, por mencionar sólo dos de los problemas que nos aquejan.

Pues para agravar este panorama de por si desalentador, el gobierno nacional se ha propuesto darle vía libre a cuanto proyecto y megaproyecto le pinten en la región, sin importar dónde se quiera ubicar ni qué impacto pueda ocasionar sobre el invaluable patrimonio natural.

  • Ya tenemos en la Guajira la mina a cielo abierto más grande del mundo, con 69.000 kilómetros cuadrados de suelo excavado durante 25 años ininterrumpidos y extendidos hace poco a 25 años más bajo el mismo esquema, para 50 años de actividad extractiva.
  • Hace dos meses se firmó el acta de inicio de obras en el Canal del Dique para el estrechamiento de unos tramos y la construcción de una compuerta que habrán de aliviar la descarga de sedimentos a la bahía de Cartagena. Nada habría de malo en ello; por el contrario, buscarle solución a la contaminación y a la colmatación de la bahía cartagenera es un propósito loable, de no ser porque el proyecto afectará, a mediano o largo plazo, el Parque Nacional Corales del Rosario, que no sólo es la más extensa e importante barrera coralina de este lado del Caribe, sino que además es una joya para el turismo de sol y playa y uno de los atractivos más rentables para la misma Cartagena. El Ministerio no exigió a tiempo la licencia ambiental y sólo reacciona cuando el proyecto es un hecho, pero de manera tímida, sin que los profesionales de Parques puedan actuar con firmeza frente a los gestores del proyecto porque no tienen respaldo de la máxima autoridad, que es el ministerio. El asunto es que el proyecto va a aumentar la descarga de sedimentos sobre la bahia de Barbacoas, desde donde pasa directo a las islas a través de las corrientes.
  • Y ahora, la última: Minambiente promete a los industriales de Barranquilla derogar el decreto que estableció los límites de la reserva de Ramsar en el Magdalena y el Atlántico, para que puedan ejecutar a sus anchas todas las inversiones de infraestructura que tienen planeado hacer en los alrededores de la isla de Salamanca, y en general, en el complejo estuarino de la desembocadura del Magdalena. Ramsar es nada más y nada menos que la Convención Internacional para la protección de los humedales, siendo Colombia una de las partes contratantes.
  • La noticia de El Heraldo no puede ser más diciente. Juzguen por ustedes mismos:
"El ministro de Ambiente, Carlos Costa (...) se comprometió a dejar sin validez tal medida antes de que termine su periodo, el primero de agosto. Eso acordó con los directivos industriales y portuarios del Atlántico, que le presentaron ayer el sustento jurídico de la posición que defienden: el Departamento (...) fue incluido sin consultar, y dicha inclusión afectará gravemente las inversiones portuarias y el desarrollo industrial. Carlos Rosado, director de Asoportuaria, afirma que el Ministro dio inmediatamente las instrucciones a su equipo jurídico, por lo que considera que en unos siete días se estaría haciendo efectiva la derogación. “Le reiteramos los inconvenientes de estar en Ramsar, y salimos muy complacidos”, dice."

http://www.elheraldo.com.co/ELHERALDO/BancoConocimiento/0/0408000_



Preguntamos: ¿Dónde están los entes de control? ¿Dónde el respeto por los convenios internacionales que el país suscribe? ¿Dónde el movimiento ambiental que hace 30 años encabezó la protesta por la construcción de la carretera que mató los manglares de la isla de Salamanca -otro Parque Nacional-, hoy en recuperación gracias a las millonarias inversiones del Estado y sobre todo, de la cooperación internacional?

¿Nos dejaremos seguir haciendo goles como este y otros que se preparan a manos del consorcio que busca a toda costa (y de seguro con la ayuda del ministro Costa) construir un megaaeropuerto en una de las últimas franjas de bosque seco tropical que quedan en el mundo?

Fotografía tomada en la Vía Parque Isla de Salamanca por Patricia Iriarte

1 comentario:

  1. La noticia, aunque ya lo decía Virilio, la ciudad dejo de ser portadora de memoria para convertirse solamente en noticia, en espectáculo y en manipulación de la "verdad" y de las situaciones con un solo fin, que es el aprovechamiento económico de todas las formas de vida y de producción cultural de la misma y de su entorno. Partiendo de ello, hace mas de 6 meses me entere de ello y de lo irreversible de esa tragedia anunciada y preparada como una celada, nada más ni nada menos por los mejores dirigentes locales del país que son los "doctores" Eduardo Verano y Alejandro Char. No hay peor cuna que la del mismo palo y no hay mejor ciego que el que no quiere ver.

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