viernes, febrero 10, 2012

Érase una vez un músico...




El 25 de enero de este año de 2012 se cumplió el primer centenario del nacimiento del músico colombiano Luis Eduardo Bermúdez Acosta, conocido mundialmente desde los años cuarenta del siglo pasado como Lucho Bermúdez. Nacido en El Carmen de Bolívar, capital de esa región imaginada que es Montes de María, el maestro Bermúdez hizo cerca de 1.000 composiciones y recorrió el mundo tocando con importantes músicos y agrupaciones, o como director de su propia orquesta. 

Por el gran aporte que hizo este compositor, arreglista, clarinestista y director, a la música colombiana, el gobierno nacional declaró este como el Año Lucho Bermúdez y anunció que el próximo 20 de julio, Día de la Independencia de Colombia, el Ministerio de Cultura realizará un concierto especial en homenaje al maestro, y promoverá en todo el país, durante todo el año, el conocimiento y la interpretación de sus obras. Pero en realidad el aporte de este artista está más allá de lo estrictamente musical; su más importante labor fue la de enriquecer la cultura nacional con la introducción de la música caribeña en el gusto del público del interior del país, haciendo importantes adaptaciones e innovaciones a partir del repertorio de la música popular de esta región. La construcción de ese imaginario de Colombia como un país multiétnico y pluricultural, como reza la Constitución y lo constatamos todos los días, se le debe en parte a este músico del Caribe. 

Cantaclaro estuvo en El Carmen de Bolívar ese 25 de enero para registrar la forma como se celebró este acontecimiento cultural. 



El homenaje comenzó con una alborada frente al Santuario
de Nuestra Señora de El Carmen, cón décimas y música de banda. 


El pueblo, que viene recuperando su
alegría tras años de guerra y pobreza, se
preparó para recibir a los visitantes.
Y los políticos aprovecharon para
hacerse propaganda. 

Habló el gobernador de Bolívar, habló la Ministra de Cultura, 
habló el alcalde municipal, todos para exaltar la obra del músico 
y hacer grandes promesas que ilusionaron a los coterráneos 
del músico.
Hasta el  Presidente Santos envió un mensaje reforzando
el compromiso del gobierno con el Año Lucho Bermúdez.

Katia Fernández, depositaria de la casa natal del Maestro, aun
no puede creer que el viejo caserón vaya a ser convertido en
museo y que en un día cercano se construya allí mismo una 
escuela de música.

Una de sus últimas entrevistas, proyectada esa noche,
lo hizo sentir de nuevo presente y cercano.


Patricia Bermúdez,  heredera del talento de su padre con el clarinete.
Un interesante conversatorio se realizó esa tarde en la iglesia de
El Carmen sobre la vida y obra de Lucho Bermúdez, con el patrocinio
de Cámara de Comercio de Cartagena, como consta en los pendones.

La asistencia a los actos fue aceptable, pero se esperaba 
más público.La falta de promoción de los eventos por parte de 
la Alcaldía no permitió que más carmeros asistieran 
a los homenajes.

La vida en El Carmen de Bolívar continúa,
mientras el comité promotor del centenario de
Lucho trabaja para que todos los sueños se
hagan realidad.

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