Gracias a los árboles, Barranquilla luce diferente en estos días. Los robles morados han florecido, poniendo en la ciudad un toque de color y un agradable sentimiento que no sé definir pero que se
acerca al equilibrio, a la tranquilidad.
acerca al equilibrio, a la tranquilidad.
De nuevo la naturaleza se encarga de recordarnos cosas, de hacernos sugerencias.
¿Se imaginan un gran parque sembrado de robles morados y amarillos? ¿De acacias, lluvia de oro y florones? Un parque sombreado y florecido todo el año, para el disfrute del silencio, la paz y la tranquilidad de miles de personas que ya no encontramos refugio en esta ciudad pavimentada?
Me pregunto si podría darme la dirección donde tomó la segunda fotografía. Allí aparece florecido un roble blanco. Me interesa poder recoger sus semillas y sembrar ésta variedad.
ResponderBorrarHola Dayker. Si mal no recuerdo, ese está en la cra 64 con calle 64. Gracias por tu visita.
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