viernes, noviembre 28, 2008

La noticia social de diciembre


Esta probablemente no será una noticia de primera plana en los medios de comunicación durante el mes de diciembre. Es más, quizás no le den ningún cubrimiento porque no tiene figuras "importantes" de por medio, ni se hará en un salón de convenciones de un hotel de cinco estrellas, ni lo convoca ningún gremio, ni lo inaugurará el jefe del Estado. Pero no me queda duda de que es un acontecimiento social muy significativo que algún día será reseñado en la historia de la Región Caribe colombiana.

Se trata de un congreso, el tercero, que organiza la Red de Mujeres del Caribe por la regionalización. Los dos anteriores se hicieron con participación de organizaciones de mujeres, prioritariamente; esta vez la convocatoria se ha abierto a todos los sectores sociales organizados interesados en participar en la discusión sobre el proyecto político y social de convertir a los 7 departamento del Caribe colombiano en una sola región con autonomía, como lo permite la Constitución Nacional.

A contiunuación trascribimos apartes del comunicado de prensa:

"La Red de Mujeres del Caribe, Palenque Regional Kusuto Caribe y la Expedición Pedagógica realizarán el próximo 12 y 13 de diciembre el Congreso de Regionalización del Caribe Colombiano con Perspectiva de Género y Derechos Humanos, en el que participarán representantes de todos los sectores sociales que tradicionalmente han estado al margen de los foros y debates que en torno a este tema han llevado a cabo los sectores políticos y académicos de la región.

Las organizaciones convocantes agrupan a más de 200 organizaciones, que vienen realizando desde el 2006 una serie de eventos académicos y organizativos en los siete departamentos continentales del Caribe colombiano, avanzando en la construcción de una agenda concertada con otros sectores populares organizados. De esta forma se han alcanzado unos acuerdos básicos que aseguran la participación democrática y transparente de todas y todos los que han formado parte del proceso.

Las propuestas que estarán sobre la mesa de discusión en el Congreso son: la construcción de un proyecto político de región que contemple una plataforma de desarrollo integral, la institucionalización del proceso con fuerte presencia de los actores sociales de la región y la formulación de un proyecto de reforma política constitucional para presentar ante el legislativo durante el próximo período.

La organización del Congreso invita a todos los periodistas y comunicadores a vincularse y a apoyar esta iniciativa de los sectores sociales organizados y espera un tratamiento equitativo en términos de cubrimiento periodístico del evento por parte de los diferentes medios de comunicación.

El Congreso se llevará a cabo en las instalaciones del Colegio Barranquilla (Calle 68 con Cra 47) el 12 y 13 de diciembre desde las 9:00 a.m. Para acreditaciones por favor contactar al Equipo de la Red de Mujeres del Caribe en los teléfonos y correos que aparecen a continuación: Cel. 314 588 33 10 – 314 588 33 12; aprodefa01@hotmail.com"

miércoles, noviembre 26, 2008

Opinion_es

¿La última telenovela feliz?

Detrás de las historias de Antonia, Bárbara, Paulina, Camila, Yorley y Margot no se esconden, palpitan realidades y verdades de a puño que esta telenovela sabe poner en pantalla con inteligencia, buen gusto y calidad.

Por Patricia Iriarte

El tema viene rondando esta pluma desde hace rato; por lo menos seis años atrás, cuando hablé de la triste ausencia del género dramatizado en la televisión regional, o para ser más exacta, en la producción regional. Hoy sigo pensando que las telenovelas son un asunto serio, y las que producen para la audiencia nacional los canales privados todavía lo demuestran. La pregunta es por cuánto tiempo más.

Las telenovelas de las diez de la noche (o simplemente las “novelas”, como les dice el común de la gente en nuestra región), que suelen tener una buena producción, razonable dosis de melodrama y un toque de humor, han tenido éxito enviando, abierta o sutilmente, mensajes o críticas sociales sobre temas de actualidad y sobre otros que, sin serlo, terminan por convertirse en tema de conversación cotidiana.

Comentaba hace poco con una amiga de Cartagena lo visibles que son ahora problemas como el cáncer de seno, el maltrato a la mujer y la delincuencia juvenil, gracias al éxito alcanzado por una telenovela del horario estelar. Hasta los temas eternos, como la infidelidad masculina, adquieren, en virtud de un buen libreto y dirección, un lustre distinto.

El último matrimonio feliz es un riesgo bien tomado y felizmente resuelto gracias a unos diálogos frescos, bien escritos y mejor actuados por su elenco. Alejandra Borrero, cada vez más grande, hace pensar siempre que el papel actual es el mejor de su carrera. Antonia, su personaje, es la mujer madura que doblando los cuarenta tiene que reconocer que ha corrido toda la vida tras un ideal de mujer perfecta, a un precio tan alto que por poco le cuesta la vida y el matrimonio.

Carmenza Gómez, una costeña consagrada en el género, ha empleado a fondo su talento para esculpir a un personaje como Margoth, la típica mujer de clase media convencida de que el matrimonio es hasta la muerte, y con tal de conservarlo está dispuesta no sólo a perdonarle la infidelidad al marido sino incluso a vender su casa para pagar una liposucción que le permita reconquistar al conquistador. ¡Horror! Gritarían las feministas. Pero así es. Y lo peor es que su hijo, so pretexto de salvar la casa y darle a su madre el dinero con el que cree recuperará su felicidad, se mete de lleno en el atraco y la delincuencia.

Valerie Domínguez, en el papel de Bárbara, se ha transformado y crecido junto a veteranas como Alejandra y Carmenza, dejando de ser la reinita que se metió a actriz por su linda cara y su hermoso cuerpo. Nuestra Valerie sorteó con éxito el reto de interpretar a la mujer maltratada por su marido que finalmente tiene el valor de denunciarlo y dejarlo, ganando seguridad en sí misma con el apoyo de sus compañeras y de una abogada que no se arredra ante nada. ¡Bravo! Exclaman aquí las compañeras feministas. Y también es cierto: más y más mujeres se están atreviendo a dar el salto y liberarse del agresor que tienen en casa.

Para resaltar, sólo estos tres casos notables, aunque las otras actrices, Yuli Ferreira como Yorley, Cristina Campuzano como Paulina y Coraima Torres como Camila, están a la altura de la producción, sin demeritar a sus consortes o amigos en la trama, que también se han destacado en sus papeles: desde Jorge Cao, destilando todo su veneno actoral, hasta José Luis Paniagua, en un convincente papel de peluquero gay que nada tiene que ver con las caricaturas vulgares que siempre nos han vendido de estos personajes.

En la historia, escrita por Adriana Suárez ­–libretista de La Fiscal y Todos quieren con Marylin, entre otras—con Pedro Rozo y dirigida por Luis Orjuela --el mismo de La viuda de blanco, Mesa para tres y Pedro el escamoso-- seis mujeres de muy distinto origen social comparten el mismo drama: la crisis matrimonial. Una por maltrato, otra por rivalidad laboral, otra por infidelidad, otra por desamor y violencia psicológica, otra por abandono del marido y la última por callar sobre una grave enfermedad.

Es interesante la forma como Antonia resuelve la ofensa de Bárbara, -- quien por poco se acuesta con su marido-- y cómo va sorteando el dolor por la virtual infidelidad de Patricio. Pero hablando de este par, el supuestamente “último matrimonio feliz”, el verdadero misil que hizo saltar las bisagras de la pareja fue la incapacidad de Antonia para contarle a su familia que tenía cáncer de seno. ¿Nos está recordando Antonia que las mujeres enfermas de cáncer prefieren callar porque anticipan la dificultad de sus compañeros para hacer frente al dolor y a la muerte?

Lo que está mostrando la novela es que muchos hombres no saben cómo actuar en esa situación y terminan abandonando a su mujer antes, durante o después de la fase de quimioterapia, y esa es la función de Bernardo (el personaje interpretado por Marlon Moreno), quien perdió a su esposa en un trance similar y ante el caso de Antonia, su amiga, se arrepiente de haber sido tan cobarde en el momento en que ella más lo necesitaba. En esta y en otras situaciones de la telenovela se nota la investigación de año y medio que Adriana Suárez realizó con médicos, psicólogos, abogados y personas separadas para construir personajes verosímiles y sobre todo, respetuosos del televidente.

La historia nos dice eso y más; nos muestra dos caras distintas del amor entre un hombre maduro y uno joven, Harold y Alcides, quienes contradicen el mito de que en una relación entre dos hombres lo que prima es la atracción sexual primaria. También pone sobre el tapete lo que la sociedad de consumo puede hacer con jóvenes como César David, el hijo de Margoth, quien --ya lo sabemos los televidentes, aunque ella todavía no-- llorará lágrimas de sangre por su adorado hijo, metido en la trampa del dinero rápido.

En fin, son muchas las entretelas que tiene la trama de esta novela: el ascenso social, en sus variantes de arribismo y superación personal; el recurso desesperado de la brujería, la implacable competencia en los negocios, y sobre todo, la honestidad en las relaciones de pareja.

Lo que me pregunto es ¿cuánto tiempo de vida le queda a telenovelas como esta, a juzgar por la avalancha de novelones fáciles como La dama de Troya y series bobaliconas como Aquí no hay quien viva? Ojalá que la época de las novelas con buen contenido no acabe de pasar. Es un derecho de los televidentes y un género indispensable para la formación de directores, de actores, de libretistas y de públicos.

El pulso del humor


El autor intelectual y material de estas imágenes




Esta se llama
"Error de cálculo"



"Pirámides al piso"
(Recomendamos ampliar para apreciar mejor al faraón).




jueves, noviembre 13, 2008

Luna llena novembrina


Luna total, imán de luz.
Un homenaje que nunca sobra,
para ella que siempre acude
puntual, fiel, inevitable.
Agitadora, relajante, hipnótica
Lunática esfera de misterio
Simple, como todos los astros
nada más que polvo y gas
y luz
que viene de lejos, de muy
muy lejos...
hasta meterse muy
muy dentro en nuestros ojos
Luna, y en mi corazón.

Los rumbos de Sara Harb   Por Patricia Iriarte   Me sumergí en él, salí, pasaron días. Lo retomé y volví a leer uno de los últimos c...