sábado, agosto 29, 2009

"El cuento es la memoria"


Bella cosa ésta la de salir con el cuento de recordar a Jaime Garzón en el marco de este festival de la palabra, para sacarle brillo a su memoria y así poder mirarnos el rostro, desconcertado aún, en su recuerdo de hombre aferrado a la balleta roja del humor para contar nuestra realidad de otra manera, escondido en la risa mueca de su alter ego Heriberto de la Calle.

Afortunada idea la de los amigos de Luneta 50 al decidir inteligentemente consagrar este versión de el Caribe cuenta a la experiencia de un moderno cuentero crítico, acallado por quienes han querido narrar la historia reciente del país con el peor relato que quepa jamás imaginar en una sociedad civilizada: el de la muerte causada de mil y una maneras.

Esta muestra lustra doblemente la memoria. La nuestra, para que no olvidemos; y la de Garzón, para que no sea olvidado. Y lo hace con dos conceptos artísticos que potencian la importancia estética y política de la idea. Por una parte, prestar a Heriberto de la Calle su elemento de trabajo para proponer, como pretexto creativo, un objeto que trasciende las fronteras de su simplicidad como cosa, para que, resignificado, se convierta en elemento simbólico que estalla en múltiples sentidos insospechados al ser reinventado por un grupo de artistas plásticos invitados que con el betún de su creatividad logran la transmutación poética de ese inocente fragmento de la realidad, en un juego que podríamos llamar también “vueltas alrededor de una cajita de embolar”.

Y por otra parte, la de sacar esta muestra artística a la calle para darle una manera de ser itinerante, que cumple así con la condición callejera natural de una cajita de embolar, que es, a la vez, estación de cuentos móvil en la que embolado y embolador cuenta y es contado, y también altarcito pagano al que más de uno se acerca porque quiere limpiar su alma brillándose los zapatos.

El resultado artístico es una gran instalación de 21 objetos conceptualmente solidarios, pintados, ensamblados, esculpidos, colocados, intervenidos, que individual y colectivamente modulan un cuento que es al tiempo uno y múltiple, abierto a todo aquel que quiera y pueda echarle una lustrada a su ojo de ver la vida, el arte, la realidad, el mundo...

Miguel Iriarte

Director Biblioteca Piloto del Caribe


Texto del catálogo de la exposición "Para lustrar la memoria".

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