domingo, junio 24, 2012

La Cátedra del Cuerpo



El Colegio del Cuerpo (eCdC), ese sueño pedagógico y artístico que Alvaro Restrepo y Marie France Delieuvin iniciaron en Cartagena, completa ya quince años. 

La idea de partida, enunciada por ellos, parecía simple: lograr que los niños y jóvenes de Cartagena, y el público en general, tuvieran la oportunidad de conocer la dimensión expresiva y artística del cuerpo a través de la danza contemporánea. Llevarla a cabo, sin embargo, no era tarea fácil. Había que convencer a mucha gente, había que encontrar un sitio adecuado, y había que buscar los recursos para mantenerlo. 

Era el mes de septiembre de 1997 cuando Alvaro y Marie France, él colombiano; ella francesa, ambos bailarines, coreógrafos y pedagogos, consiguieron que la Alcaldía de Cartagena y la Fundación Social apoyaran su iniciativa y les concedieran un espacio en el viejo Claustro de San Francisco, una edificación construida en el siglo XVI donde funcionó por primera vez la sede de la “Santa” Inquisición. Paradójicamente, allí donde siglos atrás se había torturado y condenado gente por sus creencias, comenzó a construirse un proyecto liberador para miles de niños y jóvenes de la Cartagena profunda, la de las barriadas, la que, si estudiaba, lo hacía en el Inem.
Alvaro  Restrepo  y Marie  France Delieuvin 
Foto de Roberto Granger

Allí, en los salones y corredores del antiguo convento situado frente a la Bahía de las Ánimas, se echaron las bases de lo que hoy es una escuela y una compañía profesional de danza cuyos bailarines, en las diferentes modalidades de formación, han realizado más de 60 funciones en una veintena de países.

En el Colegio del Cuerpo se han formado más de ocho mil niños y niñas, la gran mayoría nacidos en los barrios más humildes de la ciudad, quienes han recibido los servicios de manera gratuita. Además, otros 6.000 estudiantes de instituciones públicas han participado en funciones didácticas, como parte de la labor de sensibilización que hace eCdC, y cientos de jóvenes de otras ciudades distintas a Cartagena, y de diferentes estratos socioeconómicos, han compartido la experiencia de conocer su cuerpo, de cuidarlo y de formarlo para hacer de él un instrumento de expresión, de arte y de paz.

Para  cumplir su misión los fundadores y directores idearon un modelo pedagógico que trabaja en cuatro áreas: Formación, Creación, Investigación y Documentación, y Sensibilización y Difusión. La formación es para la danza y con la danza, y su objetivo es formar mejores seres humanos; la creación es para poner en escena obras de exquisita factura, hondo contenido y profundo compromiso estético; la investigación y documentación es para enriquecer y actualizar permanentemente el trabajo y documentar el proceso pedagógico, y la difusión ayuda a despertar sensibilidades y a formar públicos para la danza.

Fotografía de eCdC

A principios del 2003, es decir, tan solo seis años después de iniciar labores, eCdC había mostrado resultados tan contundentes que fue postulado por el Ministerio de Educación Nacional al Premio Educación para la Paz de la UNESCO, y a finales del mismo año fue galardonado por el Ministerio de Cultura con el Premio Nacional a Organizaciones Culturales de Excelencia. También ha sido nominado a premios por su aporte a la comunidad, y su Director, Alvaro Restrepo, fue escogido como Personaje de la Década en la Cultura.

Del Claustro de San Francisco el Colegio pasó a una casa de la Calle Larga en el mismo sector de Getsemaní, y ahora no descansa en su empeño de conseguir los recursos para la construcción de su propia sede.

Maqueta del Centro Cultural, que estaria ubicado en
Pontezuela. Llamado también Laboratorio de Creación,
Innovación e Inclusión Social  
para el Estrato T
(estrato Talento)
 

Ver: http://web.elcolegiodelcuerpo.org/proyecto-arquitectonico/

Profesionales de la danza, la pedagogía y coreografía



Uno de los pasos más importantes dados por eCdC en su misión de abrirles nuevos horizontes de vida a los jóvenes que ingresan a sus cursos, fue el convenio realizado con la Universidad de Antioquia para ofrecer a sus bailarines la posibilidad de graduarse como Licenciados en Educación Básica en Danza. Y mientras se consolidan los convenios con otras universidades para la profesionalización de los egresados (como la Tecnológica de Bolívar y Jorge Tadeo Lozano, seccional Caribe) El Colegio del Cuerpo certificará sus estudios para que tengan oportunidades de desempeño laboral en danza, pedagogía o coreografía.

Entre tanto, la Compañía del Cuerpo de Indias, integrada en su mayoría por los bailarines que entraron hace 15 años y otros que ingresaron en los últimos años, se ha convertido en una de las más respetables representaciones culturales de nuestro país en el exterior, forjando para Colombia la imagen que se merece en el mundo.

Este año, el de sus primeros quince, eCdC abrió su temporada de estrenos con la obra Fuegos, creada por Marie France Delieuvin a partir del libro de Marguerite Yourcenar que lleva el mismo nombre, inspirado en personajes de la mitología griega. Aquí, Delieuvin establece un paralelo entre Medea y Cartagena de Indias, con una Medea de Indias que presta su voz a los habitantes de la ciudad. 


Escenas de la obra Fuegos, creada por Marie
France Delieuvin  y estrenada en Cartagena
para los 15 años de fundación
de El Colegio del Cuerpo. Es producto de una
beca de Investigación Creación  del
Ministerio de Cultura.


“Qué es lo que existe detrás de la carne, accidente fútil de la naturaleza, qué tesoro, qué grano de oro, qué diamante escondido que es el ser íntimamente frágil temblando en un cuerpo?”






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