sábado, marzo 31, 2012

La noche de Miguel Iriarte

En la mesa, Paul Brito, Miguel Iriarte y el crítico
Ernesto Gómez Mendoza. Foto de Haroldo Varela.


Ayer fue presentado en el auditorio Mario Santodomingo del Edificio de La Aduana el cuarto poemario del poeta Miguel Iriarte, Semana Santa de mi boca, editado en 2011 por la editorial Pluma de Mompox dentro de la colección Voces del Fuego. El evento fue abierto por Cielo Támara, directora de la Corporación Luis Eduardo Nieto Arteta, quien leyó unas sentidas palabras en honor del poeta y director de la Biblioteca Pública Piloto del Caribe. Luego el periodista y crítico Ernesto Gómez Mendoza presentó un trabajo  sobre la poesía de Iriarte y en particular sobre el libro presentado esa noche, y el escritor Paul Brito hizo la introducción a la lectura de poemas.


Aquí, por lo pronto, dos preciosos poemas de este trabajo, y en la página "Solo poesía" de este blog, el Tríptico de Salgar.






Semana Santa de mi boca

Miguel Iriarte
Foto de Haroldo Varela

Sólo queda tu ausencia repetida. 
Es eso todo lo que tengo. 
Tú que desapareces, que te esfumas 
En la ráfaga alisia que estremece mis ramas. 
Aire que nada dice. 
Brisa del río que viene siempre ahogada. 

Cada vez que te pierdes de mí 
Más cercana del centro de mis sueños yo te encuentro 
Más hundida en el pozo rojo de mi sangre 
Más lejana de mis manos 
Que quisieran tocarte. 

Por eso sueño. 
Para ordenar la defectuosa realidad 
De no tenerte 
Para recomponerle a Dios 
Los terribles descuidos de su oficio. 
Para llegar a ti primero que la muerte 
Película de tiempo 
Sobre la piel lustrosa de la noche. 

Parejas intocables somos 
frente a un telón abierto 
Desde donde nos miran los duendes del deseo 
Asomados distantes al mar antiguo de Taganga 
Desde el claro mirador de las alturas 
Desde el ojo de un pez que nos ve allí 
Puestos los dos para un hambre anterior a toda sed. 
Y sin embargo ausentes 
En la extraña ceremonia del olvido. 

Pintura viva de este mar 
Para el consumo de mis ojos del alma 
Con los mismos que te miro 
Siempre que quiero verte y no te veo. 
Espejo desierto de una sal que arde 
Paisaje en el que navegan mis adentros. 

Podrás, ahora que ya sabes de mí andar 
En el feliz dolor de la poesía 
Que voy en vuelo fácil de la nada del sueño 
a mis silencios, y viceversa, 
Podrás, repito, 
Entender por fin que un amor por más callado 
No tiene que ser menor amor. 

Déjate hallar, 
Perdida medicina de mí ahogo 
Déjame ponerte las manos encima 
Virgen gemela 
Idéntica deidad a la que van mis rezos dirigidos 
Dulce moreno de trópico de almíbar 
Miel de ciruelas 
Para la semana santa de mi boca.






De la noche

Pan de ti, mujer, leche de cielo.
Agua negra bendita
Por esa fuerza oscura del deseo.

Boca seca
Sed que se bebe
Toda la tierra humeda que tengo
Hasta que de los labios y los senos
Te crecen suaves hojas de música y palabras
Con las que siempre calmo mi abandono.

Yo, el  mismo que con su máscara
                                               de sueño
Llega muerto a los azules de la noche
Queriendo dormir sus desamparos
En tu vientre
Pequeño poblado de duendes
Que preparan el placer
Con verdadera pasión y diligencia.

Soy cada vez un hombre diferente
Cuando salgo de ti
Prostituta adorable
Que se asusta
Cuando siente llegar el dinero
                                   de la noche.

jueves, marzo 22, 2012

9 preguntas para Better

Better por Armando Betancur

Antes de que se vaya un día al extranjero y entonces ya sea muy difícil encontrarlo para hacerle una entrevista; antes de que se lo lleve un agente literario -cosa que tiene que suceder en cualquier momento si hay alguno con olfato- y publique sus libros en bellas ediciones, y le paguen decentemente por ellos, y se gaste el dinero viajando y conociendo viejas bibliotecas en Praga y Estambul. Antes de que se vaya con su madre y su hermana de vacaciones a Nueva York. Para no tener que interrumpir alguno de sus planes inconfesables o perfectamente inocentes; antes de que los dioses decidan cumplirle algunos de sus sueños; antes de que se encierre largas temporadas sin internet a escribir sus novelas, sus performances, sus crónicas trepidantes, sus dulces, abismales, quemantes poemas. Antes de eso, le enviamos nueve preguntas por el facebook, qué el respondió a vuelta de unos minutos:


¿A quién admiras en este momento?
A una cantante norteamericana llamada Lana Del Rey

A quién detestas en este momento
A los jurados de Colombia tiene talento

A qué ciudad del mundo te irías mañana
Taormina

Con quién
Uhmm, con Javier Crizón, un bello cartagenero.

Qué le cambiarías a Barranquilla
La puerta de supuesto oro.

Por quién te cambiarías por un día
Por Pedro Lemebel

Por qué prefieres a los chicos
Prefiero a los grandes

Cuál fue el primer libro que te tocó el coco
Desayuno en Tiffanys de Capote

Qué duele más: ¿el amor o la poesía?
Son dolencias de un mismo cuerpo







Ver: 

martes, marzo 20, 2012

Otras miradas

Cuatro negras encueras, son cuatro negras encueras


Javier Ortiz Cassiani.

Fiel a su habilidad para hacer que la gente se empelote, la última edición de la revista Soho presenta en la portada y en las páginas centrales los desnudos de cuatro hermosas modelos negras colombianas: Belky Arizala, Diana Mina, Vanessa Parra y Yésica Montoya. No tiene nada de especial el hecho de que modelos negras posen para Soho. En ediciones anteriores, el resplandor de las cámaras de los fotógrafos de la revista iluminó los cuerpos de mujeres afrodescendientes. Lo interesante aquí es que bajo el generoso título de Elogio de la mujer negra, la revista pretende hacer un homenaje a las mujeres afrocolombianas en respuesta a la fotografía aparecida en la revista española ¡Hola! en diciembre de año pasado.

La polémica imagen, objeto de columnas y notas editoriales en la prensa nacional, muestra a cuatro generaciones de mujeres de una poderosa familia posando “de punta en blanco” en una “mansión hollywoodense” de Cali. Al fondo dos empleadas negras, vestidas de blanco impecable, con la misma rigidez de un par de columnas dóricas, sostienen bandejas de plata con un servicio de mesa.


Emulando la fotografía anterior Soho, en palabras textuales, “hace devolución de atenciones” a la revista española “con unas fotos tomadas en negativo en el formidable Beverly Hills cundiboyacense”, en el que cuatro modelos posan “de punta en negro en una poderosa mansión hollywoodense” (¿Cundiwood contra Caliwood?). En el fondo, al lado de la piscina, dos señoras blancas (que en realidad son más bien mestizas del tipo que acostumbran ser las empleadas domésticas de la región) vestidas de la misma forma y con la misma pose y actitud de las señoras negras de la foto de la revista ¡Hola!, sirven de marco decorativo a la desnudez de las modelos.

Las fotografías vienen ambientadas con el extenso y conocido poema “Alheña y Azúmbar” del poeta Jaime Jaramillo Escobar, además de una breve nota del mismo autor que nos remonta a los tiempos de la aparición de los primeros hombres en territorio africano y la evolución de la población negra hasta “la espléndida y lujuriante presencia” de las modelos negras en “las exclusivas páginas de Soho”.  Una nota de Caracol televisión, muestra a un Daniel Samper Ospina trascendental: “queríamos hacerle un homenaje, una reivindicación a las mujeres de raza (sic) negra haciendo un gran especial (…) y de paso nos pareció buena idea devolverle atenciones a la revista ¡Hola!”. Belky Arizala, la top model negra colombiana más conocida, creadora y presidenta de la Fundación El Alma no tiene color, visiblemente emocionada expresó: “Cuando me llamaron de Soho yo dije, ¡pero soy la primera que lo hago!. Me desnudo por una causa, no es un desnudo morboso, es un desnudo que trasmite más allá de una protesta”.

No quiero desalentar la buena fe de Belky, pero en este proyecto, aparte del morbo clásico que reproduce hasta la saciedad la imagen de la negra esencialmente lujuriosa, cuyo mayor atributo es saber cantar y encuerarse “bajo la sombra de los cocoteros”, está el morbo de usar la misma estrategia de la criticada fotografía de la revista ¡Hola!. Dudo que la apuesta de las organizaciones que desde hace años vienen trabajando de manera seria en contra del racismo hacia la población negra en Colombia sea la de generar una actitud revanchista que patrocina el racismo a la inversa. Dudo también de que con la desnudez de estas cuatro modelos se reivindique a las mujeres negras pobres, empleadas de servicio, expuestas a los arranques estéticos de un fotógrafo o a los caprichos de su empleadora, exhibidas como exóticos objetos decorativos.  

No le metamos moralidad al caso. Si estas hermosas mujeres decidieron desnudarse pensando en la vitrina que representa la revista en el desarrollo de sus carreras como modelos, no le encuentro mayor problema al asunto. Tal vez es un hecho cuestionable para muchos, pero yo por lo menos lo veo como un acto sincero. Lo que no comparto es que pretendan sublimar la desnudez bajo el argumento de un supuesto homenaje y reivindicación a la mujer negra. En buena parte, porque me parece una forma de trivializar la lucha de muchas organizaciones y líderes afrodescendientes que incluso han dado la vida por lograr condiciones de vida más dignas, no sólo para las mujeres afrodescendientes, sino también para toda la población negra de la nación.

Más que una reivindicación, la propuesta de Soho raya en la caricatura y perpetúa estereotipos. La imagen de lo negro que aquí se muestra es, como ellos mismos lo   anuncian, “una especie de negativo de la foto original”. Lo original es por supuesto la imagen de lo blanco de modo que lo negro termina siendo una parodia de lo blanco. Hace pocos días se ventiló en la prensa nacional la utilización de un hombre negro, semidesnudo y encadenado simulando un esclavo, como símbolo e imagen de promoción turística de la ciudad de Cartagena por parte de la Corporación de Turismo de esta ciudad en la feria de la Agencia de Viajes y Turismo (Anato) realizada en Bogotá. Por las redes sociales se divulgaron fotografías en las que el modelo disfrazado de esclavo posaba flanqueado por dos mujeres de espaldas al logo que promociona a Cartagena en Colombia y en el mundo. De acuerdo con la lógica que parece manejar la revista Soho, un acto de reivindicación de este hecho, que le costó el puesto a la directora de Promoción y Mercadeo de la entidad rectora del turismo en Cartagena, sería el de poner a posar a un modelo blanco semidesnudo y encadenado en medio de dos mujeres negras asidas a su cuerpo.


"Más que una reivindicación, la propuesta de Soho raya en la caricatura y perpetúa estereotipos. La imagen de lo negro que aquí se muestra es, como ellos mismos lo   anuncian, “una especie de negativo de la foto original”. Lo original es por supuesto la imagen de lo blanco de modo que lo negro termina siendo una parodia de lo blanco." 

Entender este tipo de actos como formas de reivindicación, es lo mismo que creer que con la costumbre de las mujeres de la aristocracia cartagenera durante la colonia, de adornar a las esclavas con sus joyas para hacer alarde de riqueza y poder en fechas especiales, se estaba dignificando a la mujer negra.

Nadie pone en cuestión la capacidad de convencimiento de Daniel Samper Ospina para lograr los más insospechados desnudos para la revista que dirige. Sin duda existen hombres y mujeres que se retuercen de la envidia mientras lo imaginan discutiendo, con pericia de carnicero, las partes del cuerpo que modelos, presentadoras y actrices están dispuestas a exhibir en Soho. Muchos pagarían por verlo sopesando los gorditos y los argumentos defensivos de Yidis Medina o definiendo, con vocación de agrimensor, las pulgadas de virilidad que el Tino Asprilla se atreverá a exponer ante los seguidores de su revista. A pesar de la cara de trascendencia mientras intentaba dar una explicación a su proyecto de supuesto elogio a la mujer negra, Samper sabe que cuatro negras encueras en la revista Soho, son sólo eso: cuatro negras encueras. No representan ningún homenaje a la mujer afrocolombiana ni muchos menos una forma de reivindicación de la mujer negra.


Ciudad de México, 15 de marzo de 2012.

lunes, marzo 12, 2012

Mampuján, el pueblo que se resiste al olvido

  
 Artículo de la editora de Cantaclaro en eldiariofénix.com
de España, en la edición de hoy, sobre el caso de Mampuján, 
el corregimiento de Marialabaja, en los Montes de María, que 
fue masivamente desplazado por los paramilitares de las AUC hace 12 años.
Una experiencia de resistencia y de memoria en la región Caribe colombiana.





Artículo aparecido en la primera página de eldiariofénix.com, 12 de marzo de 2012.



"En los registros oficiales de las autoridades colombianas figuran 6.686 víctimas declaradas de las AUC, pero el de Mampuján y Las Brisas fue apenas el primer fallo contra miembros de ese grupo armado, dentro de la Ley Justicia y Paz, y marcó también un precedente de reparación para más de 280 mil víctimas del paramilitarismo registradas en el país."

Los rumbos de Sara Harb   Por Patricia Iriarte   Me sumergí en él, salí, pasaron días. Lo retomé y volví a leer uno de los últimos c...