domingo, marzo 29, 2009

En-canto Caribe

En-canto Caribe es un nuevo espacio radial dominical dirigido y programado por Eduardo Polanco y conducido por Amalia Jacquin -la nueva y sensual voz de la radio- que divulga la música como un derecho y proyección de los más selectos ritmos de la gran Cuenca del Caribe.
El programa, que se emite desde la emisora de la Universidad de Cartagena, ofrece a los radioescuchas, bailadores, iniciados y no iniciados, toda la paleta rítmica del Caribe, para fortalecer la enseñanza de las emociones musicales de los pueblos. En-canto Caribe da a conocer nuevos sonidos y texturas musicales de indudables cromatismos sonoros.
Cada domingo de 2 a 4 p.m. en U.deC. Radio, 99.5 FM Estéreo

Salsa
Jazz Latino
Salsa Contemporánea
Rumba
Guaguancó
Guajira
Bomba
Plena
Abacuá
Son Montuno

miércoles, marzo 25, 2009

Cartagena, culturalísima


No es de sorprendernos, pero la agenda cultural de Cartagena se siente tanto o más agitada que la de Barranquilla. Por lo menos es lo que se percibe en las múltiples carteleras regadas por el centro histórico: en la Alianza Francesa, en la Biblioteca Bartolomé Calvo, en la librería Abaco, en las universidades, en los cafés. Para muestra, estos botones hallados en la Alianza Francesa, donde asistimos, la semana pasada, a una exhibición de trabajos del artista Antonio Caro. La oferta pasa por todo y para todos: teatro, títeres, danza, exposiciones, talleres de fotografìa, de creación audiovisual, emisoras (la de la Universidad de Cartagena) y la noticia de esta semana es la apertura del portafolio de estímulos del Instituto de Patrimonio y Cultura de la ciudad abierto ayer y con plazos hasta el 15 de mayo para premios, becas y cofinanciación de proyectos. Toda la información está en http://www.ipcc.gov.co/


sábado, marzo 21, 2009

Una rosa blanca para Meira

Esta semana Cantaclaro recomienda dos textos en prosa de Meira Delmar: Árboles y Como un ala de vidrio, publicados en el volumen Meira Delmar. Poesía y prosa, de Ediciones Uninorte.
Caricatura de Roberto Rodríguez
Fotografía tomada de http ://img104.imageshack.us/img104/1585/rosasblancas02063ym.jpg

miércoles, marzo 18, 2009

Chao, Meira

"...he de llevar lo que al nacer me traje:
el rostro en paz y el corazón en guerra."


No adiós, sólo chao, porque el adiós suena definitivo y tú en verdad, nunca te irás. No se irá tu palabra y tu imagen de musa, de maga, de amiga, de mujer sensible como ninguna. Cómo decirte adiós si no te olvidaremos, si estarás presente en esas flores que ahora, justo ahora, comienzan a ofrendar los árboles que tanto amabas; las flores rosas y lilas de los robles, las amarillas del lluvia de oro, las moradas de los guayacanes, las escarlatas de las acacias, las blancas de los jazmines y las rosas, y los florones que adornan tu casa y esta ciudad toda que ahora derrama por ti las primeras lágrimas. Esta ciudad que te habrá hecho tan feliz y tan triste. Porque cuánta nostalgia y tristeza habrá abonado a tu alma la catástrofe del muelle de Puerto, donde te viste tantas veces con el mar. Qué escalofriante coincidencia en estas pérdidas, qué profunda conexión entre su muerte y tu partida. Sólo que él se hundirá día tras día en el lecho del mar y tu crecerás día tras día en nuestra memoria, en nuestra poesía.
Te equivocabas al decir: "Nada deja mi paso por la tierra", porque es mucho lo que dejas, y está vivo y crece.Ninguna voz repetirá la tuya, "de nostálgico ardor y fiel asombro" pero quizás haya manos que tomen la viva antorcha que en tus manos dura.


Del poema Muerte mía:

La muerte es ir borrando
caminos de regreso
y llegar con mis lágrimas
a un país sin nosotros
y es saber qué pregunta
mi corazón en vano
por tu melancolía.

Otra cosa es la muerte.


Foto tomada de asoescritoresdelacosta.blogspot.com

domingo, marzo 15, 2009

En las calles de Barranquilla

La valla de Studio F: legal, ilegal, legal, ilegal, legal...







La valla que se ve en la fotografía está ubicada en la Cra 60, al final de la calle 79. Hace unas tres semanas el aviso que la ocupaba fue retirado y en su lugar cruzaron un sello que rezaba: "Valla ilegal", de color amarillo con negro y con el logotipo del DAMAB, la, hasta entonces, autoridad ambiental del Distrito.

Aproximadamente una semana después fue instalado en el mismo sitio el aviso actual de Studio F, ante lo cual nos preguntamos : ¿La valla dejó de ser ilegal? Pero... oh sorpresa: días más tarde alguien había recapacitado o enmendado algún error, porque el aviso volvió a ser bajado e instalado en su lugar el sello de ilegalidad, esta vez blanco con negro (lástima que no hicimos esa foto, pues pensamos que la cosa había llegado hasta allí y la autoridad ambiental, maltrecha y todo, había triunfado) Sin embargo, esta semana, como si se tratara de una broma, de nuevo el aviso desplaza el sello y la modelo vuelve a ocupar la valla, cuan larga es.
Imposible no preguntarse qué es lo que pasa con esta valla. ¿Existe un pleito entre anunciante y Distrito? O, ante la noticia de que el DAMAB desaparece, ¿lo ilegal vuelve a reinar en materia de contaminacion visual y publicidad exterior? ¿Qué dice la norma, o es esta una margarita que se deshoja en las manos de los funcionarios públicos?
¿Cuántas personas pasan a diario por este sitio y qué mensaje están recibiendo de sus autoridades ?
¿Quién puede explicar este episodio que nos deja perplejos?

lunes, marzo 09, 2009

Requiem por el muelle


MUELLE DE PUERTO COLOMBIA
Por Giselle Massard L.

*15 de junio de 1893
+7 de marzo de 2009

Esto es irreparable y la historia nos lo cobrará...

Me duele, no solo por los recuerdos de las largas caminatas hasta la punta del muelle cuando era niña, justo después de una sopa de “pescao” en la K-Z de doña Alicia, o de las imágenes de los nudos de tripas y escamas ensangrentadas, en un verdadero sancocho de anzuelos y nilón, desparramados junto a los pescadores con cometa, que con la paciencia de una efigie, soñaban con la multiplicación de los peces, entre los restos de lo que alguna vez fue una carrilera.

Me duele porque por lo menos las últimas 6 generaciones de barranquilleros vivimos del cuento que nos contaron en el colegio (y corroboramos en alguna visita al Museo Romántico). Esas que hablan de la entrada del progreso a Colombia por ese muelle, de nuestra posición estratégica como punto de contacto con el mundo, de la aviación, de los inmigrantes y la industria, el primer acueducto y todas esas maravillas que nos encandilaron en el pasado y nos terminaron adormilando el corazón.

Tremenda cachetada nos da hoy el destino poniéndole un final a esta película con algunos efectos especiales: vientos de 50 kilómetros, causados por un “frente frio”… símil perfecto de nuestra indiferencia y frialdad con la situación de este enfermo terminal. Por eso tenemos que admitir que somos un pueblo farandulero que ha vivido del cuento de la “puerta de oro” y que hoy, esa puerta (que hace tiempo ya, era de latón oxidado) se sumergió para siempre en el mar, donde no la podamos ver más. Dejándonos así, encerrados con nuestras nostalgias y nuestra verguenza para siempre. Tenemos que admitir que somos un pueblo ingrato, egoísta y arrasador, comenzando por nuestros dirigentes (no se salva ninguno) porque ahí estuvo el muelle esperándonos a todos. Sería bueno mirarnos adentro, ser sinceros y decidir con que realidades queremos vivir, porque a este paso todos nuestros patrimonios (materiales e inmateriales) terminaran pasándonos la factura.

Personalmente en este momento me debato entre si debemos despedirnos y dejarlo descansar en el sueño profundo bajo las olas, o dejar que lleguen los empasteladores a hacer una restauración de esas que aquí se hacen a punta de yeso y vinilo, mano de obra barata y plata refundida. En todo caso para mi… NUNCA SERÁ LO MISMO.

Ahora bien: De acuerdo a nuestra reciente condición, ¿Será que debemos entonces rebautizar a Puerto Colombia, este pueblo sumido en el olvido, saqueado por sus dirigentes y dejarlo simplemente en Colombia? ¡Vaya! otro cruel símil.

Por último, producto de la nostalgia les dejo un par de estribillos de una canción que recuerdo en la voz de Mercedes Sosa y que he tarareado todo el día.

“Por la blanda arena que lame el mar
tu pequeña huella no vuelve más,
un sendero sólo de pena y silencio llegó
hasta el agua profunda.

Un sendero sólo de penas mudas llegó hasta la espuma.
Sabe Dios qué angustia te acompañó,
qué dolores viejos calló tu voz,
para recostarte arrullada en el canto de las
caracolas marinas.

La canción que canta en el fondo oscuro del mar
las caracolas.”

sábado, marzo 07, 2009

Album de Costa Rica







Desde que el pasajero sale del avión, Costa Rica lo recibe con imágenes de la naturaleza y le hace saber que se encuentra en un país que tiene por lema y saludo: ¡Pura Vida!














Primera estación verde, después de tres días en la ciudad: El Parque Recreativo Los Chorros, una reserva natural privada donde el público puede disfrutar de las hermosas cascadas de agua clara y fría que bajan de la montaña o surgen de la tierra y se filtran por entre las piedras formando un hermoso juego de chorros. Lugar para un baño vivificante, energizante y reparador en medio de un precioso paisaje de bosque montano. Deliciosa estación en este recorrido por la provincia de Alajuela, en la zona central de Costa Rica.





Obligatoria, por placentera, la visita a Sarchi, pueblo de artesanos donde se hacen las mejores carretas pintadas del país. Un despliegue de color y delicadeza en el trabajo con los pinceles, siguiendo una tradición que lleva varios siglos.






El Santuario Nacional de la Virgen de los Angeles, en la ciudad de Cartago, es una muestra admirable del precioso trabajo de los artesanos ticas con las maderas de la región. El santuario de la milagrosa virgen, patrona de Costa Rica, es visitado cada año por miles de feligreses.














El viaje al volcán Irazú, en la provincia de Cartago, se hace en medio de campos verdísimos cultivados con cebolla y papa y salpicados de flores amarillas, en un paisaje muy parecido al del altiplano cundiboyacense, cuando es tiempo de verano. El enorme abismo del cráter, abierto al cielo como una boca, tiene 1.050 mts de diámetro y 300 de profundidad.







Impresiones de Costa Rica:
Que es como una suiza latinoamericana: rica, pequeña, pacífica y dividida en cantones.
Por su riqueza natural puede compararse con Colombia, y por la influencia norteamericana en muchos aspectos de su cotidianidad, con Puerto Rico. Quizás por ello su identidad cultural parece un poco desdibujada, especialmente en las provincias centrales; que han sabido sacarle provecho a su más valioso recurso, que es la biodiversidad, pero sus mejores tierras parecen estar quedando en manos de inversionistas extranjeros que tienen grandes proyectos para el turismo de élites.




Bello país que vale la pena recorrer y atesorar en la memoria.












domingo, marzo 01, 2009

Una inolvidable Noche de Tambó

Por 15º año consecutivo el grupo Tambó realizó, el viernes 20 de febrero, en la víspera del carnaval barranquillero, su tradiciona Noche de Tambó, que este año tuvo como invitada especial a la espectacular Totó la Momposina.

Pero la noche también estuvo coronada por la presencia de tres grandes maestros: Catalino Parra, legendario gaitero; Pedro Ramayá Beltrán, insigne millero, y el maestro Aurelio Fernández, otro venerable intérprete del pito atravesao, quien hizo una memorable demostración de su arte.
También actuaron en la tarima grupos como Los Cumbiamberos de Magangué, Bozá y Media y Golpe Seco, entre otros, completando un programa que fue visto y gozado por miles de espectadores que colmaron hasta las banderas la Plaza de la Paz, un espacio que sin duda se quedó pequeño para este evento que cada vez congrega a más amantes de la
música tradicional del Caribe colombiano.
Superando la actuación del día anterior en la Noche del Río, Totó estuvo regia con su voz e hizo, como siempre, un despliegue energía y de entrega a un público que la esperó, la acompañó y la vitoreó durante casi dos horas।

Patricia Iriarte fue invitada por el grupo organizador para presentar a “La diva descalza”


Tato Marenco y Marco Vinicio Oyaga, fajados en los tambores.


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Los rumbos de Sara Harb   Por Patricia Iriarte   Me sumergí en él, salí, pasaron días. Lo retomé y volví a leer uno de los últimos c...